Ejercicios para mejorar el pase en categorías inferiores
En el fútbol base, cada pase es más que una acción técnica: es una oportunidad para aprender, colaborar y crecer. El pase es uno de los fundamentos más importantes del juego, y trabajarlo desde edades tempranas es clave para formar jugadores completos y equipos cohesionados. En este artículo, te ofrecemos un enfoque integral sobre cómo entrenar el pase en las categorías inferiores, desde su importancia hasta ejercicios específicos y recomendaciones prácticas.
El valor formativo del pase en el fútbol base
El pase no solo es esencial desde el punto de vista técnico y táctico, sino que también fomenta valores fundamentales como el compañerismo, la generosidad y la toma de decisiones colectivas. Enseñar a los jugadores a compartir el balón con criterio es, en realidad, enseñarles a trabajar en equipo, a leer el juego y a respetar el esfuerzo de los demás.
Desde benjamines hasta juveniles, dominar el pase permite que los futbolistas jóvenes comprendan mejor el juego, desarrollen su visión periférica, aprendan a comunicarse en el campo y tomen decisiones más inteligentes bajo presión.
Ejercicios prácticos para mejorar el pase
A continuación, presentamos una selección de ejercicios estructurados por nivel de dificultad y objetivos específicos:
1. Pases cortos en parejas (iniciación)
- Objetivo: Técnica básica de pase interior y recepción.
- Ejecución: Dos jugadores separados por 5-8 metros se pasan el balón alternando pierna derecha e izquierda.
- Variante: Añadir control orientado antes de devolver el pase.
2. Rondo 4 vs 1 o 5 vs 2 (percepción y velocidad de pase)
- Objetivo: Mejora del pase bajo presión y del posicionamiento.
- Ejecución: Jugadores en círculo conservan el balón mientras uno o dos defensores intentan interceptarlo.
- Consejo: Fomentar el pase con el primer toque y el uso de ambos perfiles.
3. Circuitos con pase y desplazamiento (técnica y condición física)
- Objetivo: Automatizar gestos técnicos en movimiento.
- Ejecución: Conos o picas delimitan zonas por las que los jugadores deben conducir el balón, realizar un pase y seguir su propio pase para ocupar otra posición del circuito.
- Beneficio: Se trabaja el pase, el control, la movilidad y la resistencia aeróbica.
4. Pase con presión temporal (toma de decisiones)
- Objetivo: Tomar decisiones rápidas bajo presión.
- Ejecución: Un jugador debe recibir y pasar el balón antes de que llegue un defensor simulado (puede ser un cono rodado o un rival que entra con retardo).
- Variante: Contar con límite de tiempo o número de toques.
5. Pase al espacio con finalización (visión y anticipación)
- Objetivo: Introducir el concepto de pase en profundidad y desmarque.
- Ejecución: Jugador con balón debe identificar el movimiento del compañero y realizar un pase al espacio. El receptor finaliza la acción con tiro a portería.
- Importante: Enfatizar la sincronización y el tiempo de pase.
Errores comunes en el aprendizaje del pase
Corregir malos hábitos es tan importante como enseñar bien desde el inicio. Algunos errores frecuentes:
- Pasar sin mirar (automatismos sin sentido).
- Abusar del pase fuerte sin tener en cuenta la recepción del compañero.
- Falta de orientación corporal adecuada antes de pasar.
- No moverse tras el pase (pérdida de dinámica colectiva).
El entrenador debe observar, corregir y proponer soluciones en tiempo real, reforzando los aciertos con feedback positivo.
Cómo integrar los ejercicios en el entrenamiento semanal
- Inicia con ejercicios básicos como calentamiento técnico.
- Escala la dificultad según la edad y nivel del grupo.
- Combina ejercicios analíticos (técnicos) con juegos reducidos (situacionales).
- Fomenta la reflexión tras cada ejercicio: ¿por qué este pase funcionó? ¿qué alternativa era mejor?
Además, es recomendable registrar la evolución de cada jugador y fomentar el autoanálisis mediante vídeos o dinámicas en grupo.
Material recomendado para trabajar el pase
Un buen entrenamiento requiere un entorno adecuado y recursos apropiados. Algunos elementos útiles:
- Balones adaptados al tamaño y fuerza de los jugadores.
- Conos y picas para delimitar espacios, zonas de pase y trayectorias.
- Porterías pequeñas y grandes para ejercicios de finalización tras pase.
- Reboteadores o paredes móviles para trabajar la precisión en solitario.
Conclusión: formar personas que sepan pasar (y compartir)
El entrenamiento del pase va mucho más allá de un gesto técnico. Es una herramienta educativa que permite a los jóvenes entender el valor de compartir, colaborar y pensar en colectivo. En cada pase bien dado hay una decisión, una intención y una conexión con un compañero.
Como entrenadores, formadores o familiares, tenemos la responsabilidad de guiar ese proceso con paciencia, estructura y motivación. No se trata solo de formar buenos futbolistas, sino también buenas personas.
¿Estás listo para mejorar los pases… y transformar el juego de tu equipo desde la base?















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